No sé exactamente en qué año apareció este anuncio de los bolígrafos Bic que tanto recordamos los que peinamos canas, aunque sabemos que es de finales de los 70 o principios de los 80. Al verlo de nuevo me he dado cuenta de que es posible que se tratase de la primera vez que escuchamos un Bebop, con buen ritmo y walk bass pizpireto, que encaja a la perfección con esa canción medio hablada que nos quedó grabada para siempre: «Bic Naranja escribe fino, Bic Cristal escribe normal». Un ejemplo de publicidad bien hecha, original, directa y eficaz, utilizando música de calidad y voces agradables, que no es precisamente lo que se suele ver ahora cuando abundan coros histéricos y músicas cutres, salvo excepciones.
Estos «bolis» tuvieron un protagonismo importante en nuestra época de colegiales porque no sólo valían para lo que estaban pensados, sino que también fueron motivo de entretenimiento al poder desmontarse, sobre todo usándolo como cerbatana (aquí le llamábamos tiracagotes) o haciendo experimentos al quemar el plástico con un mechero. Aunque creo que nadie les saca tanto arte como Juan Francisco Casas.
Este año se ha celebrado el 60º aniversario del Bic cristal y precisamente esta canción ha sido la estrella al convocar un concurso de versiones que ya ha terminado y que es mejor obviar, al igual que la que han hecho ellos para la ocasión y que lamentablemente ameniza la navegación por esa web.
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