Ojeando las noticias de ElPaís.com veo dos que, sin quererlo, están íntimamente relacionadas; en una nos hablan de que preferimos el buen rollo en el trabajo, y en otra que Fernando Alonso quiere marcharse de McLaren pero ya. Lógicamente y teniendo en cuenta que Alonso es un fenómeno, seguro que prefiere un coche peor y menos dinero estando en un buen equipo, equilibrado, profesional, con buena gente y en el que se sienta querido. Supongo que estará pensando en tomar una decisión que mejore su maltrecha situación. Si a nosotros nos dan a elegir entre un trabajo en el que reside el mal rollo y el escaso compañerismo unido a un jefe insoportable con grandes medios, y otro con buen ambiente, un jefe agradable pero con menos recursos, está claro que apetece más tener buen rollito porque si no después vienen los disgustos, el estrés y las depresiones. ¿O no?
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