Todo el mundo criticaba al anterior ejecutivo gallego por su impresentable costumbre de rodearse de gaitas y gaiteiros; ahora, los que tanto se mofaban, también se emocionan cuando les tocan la gaita:
La Xunta compra 55 gaitas de mil euros para regalar a emigrantes.
No me lo puedo creer, no sé cómo vamos a salir de esta.
Responder